
En estos últimos meses de maternidad y de pasar tiempo en casa, he visitado diferentes grupos de mamás, y he conocido a mamás que se encuentran también en este proceso de maternidad. Algunas de ellas lo hacen por su periodo de maternidad y otras lo hacen a tiempo completo. Sin embargo, aunque no siempre, he recibido esas miradas de apatía por ser una mamá que espera culminar este periodo y anhela regresar a trabajar.
Además que creemos firmemente que la crianza debe ser amorosa y presente. No es lo mismo quedarse en casa con los niños sin que ellos reciban ninguna clase de atención, estimulación temprana, actividades lúdicas, socialización con otros niños, días planeados de acuerdo a su edad, y más.
Con la llegada de Olivia, y luego de mi periodo de maternidad, regresé a trabajar a tiempo completo. A pesar de ser una transición difícil para mamás e hijos, fue necesario. Y ahora, cerca de cumplirse mi tiempo de maternidad con mi segundo hijo, me siento un poco ofendida, pero también, llena de empatía con las mamás que trabajan a tiempo completo, a pesar de tantas críticas que uno recibe.
Quiero aclarar que apoyo la decisión de mamás que deciden no volver a trabajar, por el motivo que sea. Sin embargo, la sociedad nos ha hecho creer que una mamá que si vuelve a trabajar “se quiere perder” esos momentos de crianza. Es asumir que la mamá que trabaja es mala mamá y la que se queda en casa es una mamá abnegada que es buena mama. Esta idea es errónea y pone demasiada presión en las mamas, a tal punto de que muchas mamás no pueden continuar su carrera profesional por la presión social y se quedan en casa, comprometiendo su salud mental y la estabilidad familiar.
Otro punto también interesante es que no se habla de la opción de que sean los padres quienes renuncien a sus carreras profesionales y se queden en casa. Está en su mayoría enfocado a las mujeres. No quiero entrar a detalle aquí porque el debate es largo, pero es importante saber que los niños necesitan también a sus padres como padres presentes en su crianza. El balance ayuda mucho, y es por eso que Pablo va a tomar 4 meses con nuestros hijos cuando yo vuelva a trabajar. Canadá lo reconoce como paternidad leave.
Estoy segura que muchas mujeres (a más de sus razones) sienten esta presión de dejar sus carreras profesionales de un lado y deciden no ser mamás.
A ti que que te ha tocado secarte las lágrimas y dejar a tu hijo pequeño con alguien, en la guardería, con el papa, con los abuelos, los tíos, etc. te admiro mucho. Cuando uno tiene hijos pequeños, muchas personas se sienten en el derecho de decirte cómo criarlos, y no es fácil escuchar esto todo el tiempo. Te abrazo porque no es fácil trabajar y estar pensando en que nuestros hijos estén bien.
Porque a veces recibimos esas llamadas “se cayó y se abrió la cabeza” (historia real) y te toca salir corriendo de la oficina.
Amo la maternidad presente y también mi carrera profesional. Te recomiendo que hagas lo que tu creas conveniente, pero no del miedo, sino desde el amor. Que encuentres el mejor balance para tu hogar y que tu proceso de ser madre este lleno de amor.
Te admiro y abrazo.
Karla

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