Mi maternidad a los 27 años y lejos de casa

Era un 18 de mayo de 2019 a las 5 de la mañana. Llegamos y nos dijeron que me iban a internar porque la bebé estaba por nacer. Pablo y yo llegamos con una mochila, porque pensamos que todo iba a ser muy rápido. La ingenuidad de padres primerizos nos estaba ganando. Tomamos una clase prenatal sobre respiración, diferentes tipos de parto y lactancia dos meses antes de este día. Tengo que reconocer que me hubiese gustado poner más atención. 

Tenía una enfermera de cabecera que revisaba mis contracciones y nuestra doctora que venía a ver mi progreso cada hora.  Me di cuenta que en el sistema de Canadá optan porque el embarazo sea no medicado y natural por el mayor tiempo posible, antes de tomar decisiones diferentes. En ningún momento sentí que cuestionaban mi dolor, o mis decisiones. Al contrario, sentía que cada momento iba avanzando a mi ritmo y el ritmo de mi embarazo. 

Durante toda la noche estuvimos despiertos y las contracciones se mantuvieron en lo mismo. Nosotros que pensábamos que ibamos a regresar a nuestra casa el mismo día. Ahora pienso “!qué ingenuos éramos!”.  

Ya amanecía y las contracciones no avanzaban. A las 6 de la mañana del 19 de mayo, el corazón de Olivia empezó a latir muy rápido. Durante 24 horas se mantuvo estable pero la doctora y enfermera empezaron a notar el cambio. “La bebé se está desesperando”, dijo la doctora al salir de la habitación en busca de una opinión de un segundo doctor. En Canadá el sistema de salud es universal y gratuito, los partos sean naturales o por cesárea son cubiertos por el seguro universal, así que para ellos no hacía diferencia como sea el parto, siempre y cuando estemos sanas. 

A las 6.40 am de la mañana me revisaron a mi y a la bebé, y decidieron que tenía que nacer por cesárea. Yo estaba entre cansada y confundida. Me llevaron enseguida al quirófano y alistaron a Pablo para que se cambie de ropa y pueda ingresar. Tenía a Pablo de mi lado derecho y a un doctor que estaba constantemente preguntándome cómo me sentía. Yo veía los minutos pasar y trataba de tranquilizarme y confiar en los doctores, cerraba mis ojos y tenía las manos de Pablo y mis manos juntas. 

Olivia nació a las 7.13 de la mañana el domingo 19 de mayo del 2019.